Blog > Cómo iluminar una estancia, ¿qué tipo de luz elegir?
El tipo de luz que elegimos para nuestro hogar es determinante a la hora de combinarla o de elegir la decoración de nuestra casa. De ello dependerá el efecto, la sensación o el aspecto final que queramos que tenga una determinada zona o estancia y, ciertamente, cada tipo de luz es el idóneo para un color o decoración determinada.
Lo que no queremos es tener que ir a comprar unas bombillas y a la hora de encenderlas comprobar que no son las más adecuadas. Esto hará que perdamos tiempo y dinero. Así que vamos a dar unos cuantos consejos que nos ayuden a decidir qué tipo de bombillas comprar.
Lo primero que debemos hacer es distinguir cada tipo de iluminación. Percibimos como “color ámbar” la luz cálida y azulada si es luz fría. La temperatura del color es determinante a la hora de percibir un tipo de luz u otra.
Ahora nos vamos a centrar en la iluminación LED, que poco a poco y ya casi de manera definitiva, se han implantado en la mayoría de los hogares o lo van a hacer próximamente y, por lo tanto, centraremos en ellas nuestra atención. Podemos elegir entre la luz cálida, el blanco cálido, el blanco neutro y el blanco frío.
La luz cálida generará una sensación de relax y bienestar y, por ello, es conveniente utilizarla en lugares destinados al descanso. Podemos utilizarla cerca del sofá, en una biblioteca o sala de lectura o en la mesilla de noche.
La tonalidad es suave y aporta una cantidad de luz moderada que no resultará molesta, aunque tampoco nos ayudará a mantener la atención durante un largo periodo de tiempo.
Ya no hace falta pasar de un extremo a otro y en el mercado encontramos luces neutras que cumplan la función que necesitamos en cada lugar de nuestro hogar. Este tipo de luces son las que menos hacen trabajar a la vista y, por lo tanto, lo más parecidas a la luz natural.
Esta iluminación te aportara energía, por lo que podemos emplearla en un lugar de la casa en el que vayamos a desarrollar actividades o haya un flujo periódico y constante de personas. Produce un efecto de animosidad en ellas y también se puede utilizar en lugares donde leamos, estudiemos o trabajemos como luz general.
Es un tipo de luz que, seguramente, hará que el color natural de los objetos o elementos de una casa se pierda, por lo que no lo recomendamos si queremos sacar el máximo partido a los colores de una habitación o zona concreta del hogar.
Tiene un alto nivel de luminosidad y su tonalidad es azulada. Su característica principal es que mantiene la atención y la actividad de las personas por lo que es más útil para espacios de oficinas o en los que se vaya a desarrollar una actividad laboral.
Con esta iluminación veremos más, percibiremos con más claridad los elementos que hay a nuestro alrededor, aunque no siempre lo haremos con su aspecto natural. Por eso, si queremos despejarnos por la mañana y no perder el tiempo antes de ir al trabajo podemos emplear esta luz en el cuarto de baño y así aprovechar bien el día.
No tenemos que elegir un tipo concreto de luz y que esa tonalidad se adueñe de toda una estancia o zona de la casa. Podemos combinarlas y crear un efecto que nos ayude a estar activos y atentos, mientras estamos relajados.
Si la decisión es para un lugar de trabajo sucede lo mismo. En algunas zonas necesitaremos impulsar la actividad del empleado, mientras que en otras evitaremos mantenerles estresados. Todo depende del objetivo que se persiga.