Blog > Casas de cine
Es difícil no encontrar una casa en cualquier película y algunas de ellas las recordaremos siempre.
Ya sea por su decoración, por su tamaño, por las sensaciones que transmite o, simplemente, porque es de un gusto similar al que tenemos nosotros. Siempre tenemos en la mente algún hogar que ha servido como escenario de una película.
A lo mejor están perfectamente ordenadas, como les gustaría a un tipo de personas. También puede que el color elegido sea nuestro preferido o, simplemente, por el entorno en el que se encuentra y las cosas que suceden en ella, viviríamos allí.
Son muchas las razones por las que elegiríamos nuestro hogar preferido de las películas que hemos visto, así que vamos a enumerar algunas que han quedado para el recuerdo.
Empezaremos por las casas del cine de fantasía que, probablemente, sean las más llamativas por la imaginación por la que se dejan llevar los guionistas y directores en estas películas. Todo es posible, ya sea en el cine reciente o en películas un poco más antiguas.
Podemos empezar por las adorables casas de los “hobbits” en El Señor de los Anillos. Esas cuevas escavadas en la colina y rodeadas de prados verdes. Puertas de madera y un pequeño jardín completaban una casa en la que muchos querrían haber pasado, al menos, una noche.
Un poco más antigua es la película de “Eduardo Manostijeras” (aunque existe una versión actualizada), pero ese castillo en mitad de un barrio colorido es difícil de olvidar por muchos. No había orden ni sería acogedora, pero sí llamativa.
Otro de los hogares típicos (en cualquiera de sus versiones) es la mansión de la familia Wayne o también conocida como la mansión donde Batman tenía su guarida. Rodeada de lujos, el hombre murciélago escondía su cueva secreta desde la que se preparaba para vengarse de los villanos de Gotham.
Aunque aquí también podemos incluir el cine fantástico no deja de diferenciarse por el halo de misterio y miedo que transmiten estas casas o, en algunos casos, castillos y mansiones.
El Castillo de Drácula es un clásico que no podemos dejar de mencionar. No sólo por el terror que pudiera inspirar, sino también por el tipo de decoración y el mobiliario que se puede encontrar en estos castillos. Drácula, Nosferatu o El Baile de los Vampiros son algunas que pueden haber quedado grabadas en la memoria de los espectadores.
Los Otros, El Orfanato o Expediente Warren han contribuido a mitificar algunas casas, no ya por lo acogedoras que resulten, sino por lo que transmiten…
Las casas que nos cuentan una historia, ya sea reciente o más lejana, también tienen un encanto especial.
A pesar de que la tecnología no hubiera llegado, que no tengan muebles adaptados a las necesidades de hoy en día y el orden resulte imposible, a muchos les gustaría saber qué se siente al pasar un tiempo en ellas.
Aunque la película narre una historia triste, muchos recuerdan la casa en la que Adrien Brody se refugia durante un tiempo en El Pianista. Sin hacer ruido, sin salir de ahí, una pequeña prisión en la que tiene que mantenerse a salvo y que quedará para el recuerdo.
También recordamos otras basadas también en la Segunda Guerra Mundial como la de La Vida es Bella, aunque en este género apenas desarrollan la trama en las casas.
Tenemos en la mente casas que vemos, aunque sea durante unos minutos como en Shakespeare in Love, Ben-Hur, Sonrisas y Lágrimas o todas las que podamos imaginar, a gusto de cada uno.
Es sólo una pequeña muestra de lo que dan de sí las casas en el cine y que depende mucho del gusto y las preferencias de cada uno. Muchos pensarán que faltan muchos hogares en esta lista así que os animamos a decirnos cuáles recordáis vosotros y creéis que se podrían añadir.