Blog > Cómo optimizar el espacio para tu ropa de hogar
En la mayor parte de las casas, mantener en orden la ropa del hogar es complicado. Siempre diseñamos armarios y vestidores para tener nuestra ropa en perfecto estado de revista, pero en muchas ocasiones, no se le presta la misma atención a los lugares en los que guardamos la ropa de cama, quedando esta relegada a cajones sobrantes de cómodas y armarios.
Un claro error que no ayuda en nada a que nuestro hogar sea funcional, además de bonito. Hoy vamos a ver algunos trucos para conseguir tener ordenadas toallas, sábanas, edredones o mantelerías, optimizando al máximo el siempre escaso espacio ¿Nos acompañas?
Antes de comenzar a ordenar la ropa de casa, lo primero que deberíamos hacer es comprobar cuanta ropa de hogar tenemos. Hacer una especie de inventario, para ver qué ropa nos gusta, qué sábanas son las que más utilizamos, qué toallas no utilizamos jamás… Es decir, valorar qué ropa de casa utilizamos realmente, y cual es la que hace años no usamos. Problamente, la ropa de cama que no hemos utilizado en el último año, no volveremos a utilizarla. Así que plantéate si merece la pena seguir conservándola. Puedes regalarla, donarla, venderla… Todo sea por quedarnos únicamente con la ropa que nos gusta, y ser más eficaces a la hora de ocupar el espacio.
Una vez que hemos decidido qué ropa conservamos, es el momento de comenzar a ordenar. Organiza la ropa por tipo (sábanas de verano, ropa de cama nueva, toallas de ducha, colchas coloridas…) para guardarlas todas juntas. Junto al tipo de prendas, otras formas de organizar la ropa de casa puede ser organizarlas por colores, o si es de verano o de invierno. Para mantener el orden, lo más conveniente es que cada tipo de prenda esté en una balda extraíble con herrajes o en un cajón.
Además, también es conveniente analizar un poco tus hábitos y tu día a día para ver cuál es la ropa de casa que más utilizas, para ubicarla en lugares más accesibles. Por ejemplo, las toallas deberían ocupar un lugar que estuviera más a mano que por ejemplo, ya que van a ser de uso prácticamente diario. Si tus hijos ya son autónomos, también es una buena idea que tengan un espacio propio en el que guardes sus sábanas o toallas, para que puedan cogerlas sin problemas y sin que te desordenen el resto de ropa. Así, en su propio espacio, aprenderán a ser ordenados y a ser más responsables.
Para evitar que la ropa de casa te ocupe demasiado espacio, un truco que muchos seguimos es no doblar toallas, edredones o mantas demasiadas veces. Contra más dobleces hagas, más ocupará la prenda. Y además, de ocupar espacio, construirás una torre demasiado alta y correrás el peligro de que se caiga cada vez que intentes sacar algo. Además, si guardas la parte redondeada hacia afuera, quedará más bonito de cara a la vista, y también será más fácil cogerlas cuando vayas a utilizarlas.
Lo más fácil es, cuando hemos lavado unas toallas o unas sábanas, dejarlas en la parte superior de la pila o del cajón, dejando debajo la ropa de casa que estaba sin utilizar. Lo mejor, es colocar la ropa de hogar recién lavada en la parte inferior de la pila. Así, iremos rotando la ropa que utilizamos, y además, la ropa del fondo de la pila nunca cogerá polvo