Blog > Cómo recibir a tus invitados como el perfecto anfitrión
Admitámoslo, nos encanta llevar gente a nuestro precioso hogar.
Buscamos a diario excusas para juntarnos con amigos, sea a cenar o a tomar algo por la tarde, hay quien recibe visitas en el desayuno inclusive. La cosa es estar acompañados de los nuestros en un lugar cómodo y privado. Todo ello no sería posible si no actuamos como buenos anfitriones.
Tendremos que lograr esa comodidad en nuestros invitados, como si estuvieran en su propia casa.
Con los consejos que te daremos ahora sobre cómo recibir a tus invitados como el perfecto anfitrión, podrás organizar visitas para cualquier ocasión y dejar a tus amigos sorprendidos con la hospitalidad de tu hogar.
No queremos ser negativos pero…“Si algo puede salir mal, saldrá mal”.
Necesitas ser previsor y tener atadas absolutamente todas las situaciones que puedan darse, en función de las personas que invites.
Quién se llevará bien o mal con quién, qué le gusta de comer a cada uno, qué necesitaréis para la comida y, sobre todo, qué les darás de beber.
Por puro ego seguro cualquiera admitirá que, al llegar a un sitio, ya sabe si se lo va a pasar bien o mal.
Y en parte es verdad, la primera impresión es igual que con cualquier otra cosa.
Recibe a tus invitados con alegría, pero no exageres las buenas maneras, tampoco quieren a un comercial de enciclopedias como amigo.
Por otro lado, recoge personalmente sus abrigos y ponlos a buen recaudo, no des esa imagen de desordenado diciéndoles que los dejen en cualquier sitio, lo que además podría llevar a extravíos o malentendidos.
Sea una visita importante, o sean los tres de siempre, es conveniente ordenar todo de la misma forma, logrando una imagen de profesionalidad social en nuestro hogar.
Queremos decir, el tenedor a la izquierda y el cuchillo a la derecha, servilleta sobre el plato, y unos bonitos centros de mesa que no obstaculicen la conversación.
Divide a los invitados según su edad y sexo, aunque no seas radical, lo ideal sería intercalar hombres y mujeres, y separar a los niños de los adultos.
¿Qué sería de una fiesta sin música?
Ambientar la reunión con música de estar hará más fluida la relación entre unos y otros, tranquilizará constantemente a los asistentes, transmitiendo buenas vibraciones en general.
Tampoco te pases, eso sí, aunque sea una fiesta la música nunca debe ser muy alta. Tanto por la comunicación que será mucho más difícil, como por tus vecinos, que no te dejarán dar más fiestas.
Sobre todo, en visitas formales, darle una finalidad al propio fin de la reunión será una buena manera de darla por finalizada sin que parezca que echamos a nadie.
De esta forma, regalar algún presente como unas velas, un centro de mesa, o alguna manualidad bonita, será bien interpretado por los invitados como “un recuerdo de la estupenda noche que acabamos de pasar”.
Esperamos te hayan sido de ayuda y tengas una velada preciosa con tu gente cercana. ¡No olvides dejarnos un comentario contándonos tus trucos para ser el perfecto anfitrión!