Blog > Guía definitiva para mantener tu cocina organizada
Mantener tu cocina organizada no solo mejora su estética, sino que también te facilita el día a día a la hora de cocinar o limpiar. La cocina es uno de los espacios más utilizados del hogar, pero también puede convertirse en un caos si no está bien organizada.
Para que todo fluya con facilidad, la clave está en aprovechar al máximo el espacio y tener cada cosa en su sitio. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para conseguirlo, con soluciones sencillas que se adaptan a cualquier cocina.
¿Quién no ha tenido ese rincón al fondo de un armario de la cocina donde los objetos desaparecen? Una buena organización empieza por optimizar esos espacios difíciles.
Gracias a nuestras cestas extraíbles puedes transformar cualquier armario profundo en un espacio accesible y práctico. Son perfectas para guardar alimentos, utensilios de cocina e incluso pequeños electrodomésticos.
Los cajones son el alma de la cocina, pero también los que más rápido se desordenan. La solución es simple: dividir y clasificar.
Un cubertero ajustable es un básico que no puede faltar. Ayuda a mantener los cubiertos ordenados y siempre a mano. Si tienes platos guardados en cajones, considera un organizador de platos específico. Además de evitar deslizamientos, aprovechan mejor el espacio vertical.
La despensa es uno de los lugares donde más fácilmente se pierde el control. Para evitarlo:
El cubo de basura no tiene por qué ocupar espacio o romper con la estética de tu cocina.
Los sistemas de cubos de basura integrados en muebles son una opción práctica y discreta. Además, los que tienen compartimentos múltiples facilitan la separación de residuos, haciendo más fácil reciclar.
El área debajo del fregadero suele ser un punto crítico. Para evitar que se convierta en un almacén desordenado:
Agrupa los productos de limpieza en cestas extraíbles o estantes . Así puedes sacar todo el contenido de una sola vez y acceder a lo que necesitas sin esfuerzo.
El orden no es algo que se consigue una vez y se mantiene para siempre. Dedica unos minutos al mes a revisar tus armarios y cajones, deshazte de lo que ya no necesitas y reorganiza según tus hábitos. A menudo acumulamos cosas que ni usamos ni necesitamos.