Blog > Cómo elegir y cuidar tus toallas
Aún en la actualidad, cuando viajamos a Portugal, siempre nos dicen: -compra toallas-. El país luso se hizo famoso hace muchos años por la calidad de este producto, aunque la globalización hace posible que podamos disfrutar de ellos en cualquier parte del planeta sin necesidad de viajar para ello.
Esta “pieza de tela para secar el cuerpo”, que es como la define la Real Academia de la Lengua Española, tiene poca importancia para muchos y sólo tendrán en cuenta el color que les guste y el precio más asequible a la hora de renovar este producto en el hogar. Pero como todo, la competencia hace que la calidad mejore y las empresas ofrezcan alternativas diferentes. Nosotros te damos unos consejos para que puedas buscar, comparar y elegir la que más te convenza.
Muchos habrán pensado que nunca le han dado muchas vueltas a esto de comprar toallas, pero hay varias cosas que debemos tener en cuenta.
En primer lugar, es importante fijarnos en la suavidad y la textura de la toalla. Vamos a estar en contacto con ella y es importante que la sensación que cause sea agradable en nuestro cuerpo.
No sólo vamos a estar en contacto con ella, sino que también la vamos a tener que ver. Ni que decir tiene que el color, el diseño y los detalles que nos gusten harán que sea más agradable verla cada día antes de utilizarla.
Entramos también en detalles más técnicos cuando hablamos de la capacidad de absorción. No queremos utilizarla y que a las 8 horas siga mojada a pesar de que haya estado colgada. Es muy importante que sea capaz de secar nuestro cuerpo completamente en pocas pasadas y que, además esté seca lo antes posible para que, al salir de la ducha, no nos demos una sorpresa desagradable.
Ya, si somos casi unos profesionales de las toallas podemos observar el rizo, el peso y la densidad de la toalla para que se adapte perfectamente a las necesidades y gustos que tenemos.
Si sigues leyendo es que quieres elegir bien tu próxima toalla. Las hay de varios materiales y cada una con sus peculiaridades.
Si elegimos de algodón sabremos que la absorción es casi segura y que vamos a quedar bien secos una vez la hayamos pasado por nuestro cuerpo. Aquí hay que tener en cuenta que puede que no sean 100% de algodón, lo que reducirá sus capacidades.
Algunos no lo creerán si no lo conocen, pero el bambú es un material natural frecuente en las toallas. Tiene propiedades antibacterianas, por lo que es más higiénica que el resto y es una forma de evitar las alergias. Es muy suave y es traspirable, por lo que resulta más cómoda cuando hace calor.
La microfibra, muy utilizada hoy en día, es mucho más fina y absorbe más humedad que el algodón, por ejemplo. Eso sí, no es tan suave y agradable al tacto, pero resultará mas cómoda a la hora de llevárnosla de viaje.
Por último, también disponemos de toallas de poliéster. Son más económicas, absorben bien la humedad y repele las manchas, pero suelen estar combinadas con otro tipo de materiales.
Una vez has adquirido tu toalla según el color, el material y las características que más se ajusten a tus gustos y necesidades, llega el momento de conservarla correctamente.
Lo primero que se recomienda siempre es lavarla antes de utilizarla. Es clave para mantener la textura y la apariencia. No debe lavarse con prendas o paños de otros colores y hacerlo con una cantidad de detergente menor de lo habitual. Y, por supuesto, tenderla en cuanto termine el proceso de lavado porque, si no, adquirirá nuevos y desagradables olores.
Otro aspecto a tener en cuenta es la organización de las toallas y los accesorios para colgarlas en el baño. Cuanta más amplitud y espacio tengan mejor se secarán y se mantendrán en perfectas condiciones.
Son algunos consejos útiles para adquirir, conservar y organizar un producto tan importante como las toallas, que se utilizan cada vez más en los hogares y se usan diariamente en ellos.